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jueves, 29 de noviembre de 2012

La verdadera realidad

No me llames mentirosa. Cuando te dije que iba a estudiar tan sólo era una pequeña mentira, pero estoy segura de que podrás perdonarme, porque a veces lees cosas pasadas y recuerdas lo que ya ocurrió. Ya tiene su punto y final, pero me doy cuenta de que dentro de mis posibilidades, que son pocas, tengo que poner dos pares de cerrojos tras la puerta, echar la llave y tirarla con fuerza al lugar más lejano que pueda existir, y donde ya jamás se pueda recuperar.
Y como mis posibilidades tan sólo son estas, una pantalla con teclado de letras borrosas, te voy a decir la realidad de lo que ahora toca. Es tan sencilla que te la puedo explicar en pocas palabras.

Ahora toca la despreocupación, el aprovechar cada momento. Cada segundo que pasa es un grano más que se desliza hacia abajo en el reloj de arena, para que en el momento de que alguien grite "ya voy", dejar de jugar al escondite con el sol y acabar con esa relación sin ningún futuro que comenzó junto a la sombra. Ahora sólo queda  intentar que no se escape ningún rizo de su pelo. Ahora las únicas lágrimas que se pueden dejar caer son las que aparecen con el frío del invierno, con las risas descontroladas, o esas lágrimas fingidas, esas que se despiden divertidas, desde el lado opuesto al melancólico lagrimal, antes de dejarse caer.

Sin más, cuando te apetezca leer empieza por este último post. Ahora esto es la verdadera realidad.

Buenos días,

Pilar L. Carmona

lunes, 5 de noviembre de 2012

Qué bonito nombre tienes

¿Sorprendidos? Sí, por aquí estoy de nuevo. 3:29 horas y con mis ojazos como platos. Como cada noche, haciendo balance de mi vida. Hay quién dice que es un coñazo eso de pensar cada noche lo que ha ocurrido por el día. A mi me mola. Me gusta darme cuenta de cada gilipollez que hago, amargarme y avergonzarme un ratito de ello. Y aprender.Y con tanto aprendizaje que me he metido en vena, yo que ahora me acostumbro a los pinchazos de positivismo sin llegar a drogarme, creo que soy incluso un poquito menos negativa. Y sí, soy más feliz.
Yo creo que todos los problemas están en el tiempo, en el tiempo libre mal invertido. Ahora como tengo poco tiempo libre, me siento súper realizada.
Aviso que esto no quiere decir que no vaya yo a volver a escribir como en tiempos pasados. Si me conocen un poquito no hará falta que les prepare cita a ciegas con mi bipolaridad.
Qué mas decir, sólo que me apetecía escribir con un poquito de libertad temática y aquí estoy.
Buenas noches, y no se ilusionen con mi falso tatuaje de "sonríe" en la muñeca, que esas lágrimas a las que algún día escribí aún siguen ahí, aunque últimamente sólo puedo decir que se dedican a hacer el amor en mis mejillas.
Felicidad. Qué bonito nombre tienes.

Buenas noches,

Pilar L. Carmona