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viernes, 18 de septiembre de 2009

Adiós, pasado

No, no se asuste, se que lo ha hecho. No me estoy despidiendo del pasado, ni siquiera tiene que ver con eso. Enfóquelo desde otra perspectiva. "Adiós" y "pasado" se tratan de dos términos independientes, aunque visto así parezca una despedida. También podía haber empleado un punto entre ellos en vez de una coma, para evitar confusiones, pero claro, entonces no sabría como empezar a escribir lo que quiero decir.

Despedirme,olvidar...¡no!, eso no es lo que quiero, todo lo contrario. Lo que intento es explicar desde mi punto de vista la importancia de esta relación. Cuando comienza el adiós, en ese mismo instante, el presente ya no es presente, es pasado, y como ya ocurrió, parece que carece de importancia, pero tras mucho pensar me he dado cuenta de que tal vez el pasado sea lo mas importante, incluso más que el presente. Si ahora somos lo que somos y quienes somos, es gracias a lo que alguna vez fuimos.
Y eso, siempre, siempre te lo agradeceré. Te lo agradeceré porque seguro que has aportado algo en mi, en mi pasado, en mi presente. Gracias.


Buenas noches.

Pilar L. Carmona

sábado, 12 de septiembre de 2009

La vida...

Recuerdo que cuando de pequeña iba a la feria me quedaba embobada con las luces, la música, las casetas y los cacharritos. ¡La noria!, la noria era lo más grande de la feria, y lo que más ilusión me hacia ver. Cuando iba en el autobús y alguien gritaba "¡ya se ve la noria!", que inquietud y que felicidad, tanta que lo único que podía pensar en ese momento era en lo que iba a chulear con los amigos de clase al decir que me había montado en la noria. Años mas tarde me chulearía de montarme en el "ratón vacilón" pero en aquellos momentos sería de la noria.

Siempre me llamó la atención ese cacharrito, de pronto estabas en lo más bajo, donde apenas veías nada, y segundos mas tarde estabas arriba, donde todo se veía perfecto, pero daba un poco de miedo.
Así es la vida, siempre dando vueltas, a veces estás en lo más bajo, otras en lo más alto... y a mi me pasa como en la noria, que estoy arriba, pero me da miedo; en ocasiones pienso que quizás sería mejor estar abajo, al menos puedes tocar el suelo. Pero en la vida, si quieres algo te tienes que arriesgar y sobre todo, luchar por ello; antes era chulear en clase, ahora, subiendo a esta noria, es cumplir un sueño, y a veces, para cumplir ese sueño se tiene que pagar un precio que para mi es el más caro de todos.

Será duro, pero supongo que aprenderé a vivir en las alturas.

Buenas noches.

Pilar L. Carmona