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lunes, 24 de agosto de 2009

De vuelta

Como todo lo que comienza tiene que terminar, mis vacaciones no iban a ser menos. Fín, y de vuelta a mi rutinaria vida.

Dos semanitas considerablemente buenas, para que negarlo. Bastante playa y sol en abundancia. Calor, pero no excesivo, nada comparable al recibido al llegar a Córdoba, claro que el aire acondicionado de casa es mucho mas agradable que el ruidoso ventilador que ha acompañado mis sueños durante estos días.

He de mencionar que no he cumplido alguno de los propósitos que tenía preparados para estas dos semanas, pero al fin y al cabo, son mis vacaciones, y hago lo que me place. Nada de levantarse temprano, y por lo tanto, nada de ir a correr por la orilla del mar. Evidente es que nada de estudiar.
Esto último se debe a que sí me ha dado tiempo a reflexionar, a encontrar la mejor de las opciones, y por ese camino voy a tirar. Lástima de no haberme dado cuenta antes, porque he desaprovechado un viajecito a Canterbury bastante tentador. Pero bueno, lección aprendida y mensaje enviado a mi mala cabeza, "todo lo que se presente, a tirar para adelante con ello".
Siempre he tenido bastante claro que cuando tenía que estudiar debía olvidarme de todo lo demás, y lo hacía, quizás incluso excesivamente, pero ahora estoy de vacaciones, y tengo claro que no es el momento de eso. Y sí, me las merezco, ya es hora de mirar atrás, empezar a darme cuenta de todo lo que he conseguido, y darme una palmadita en la espalda.

Los últimos días comencé a añorar todo esto, pero ahora echo de menos andar tranquilamente por la orilla, apartar la vista de las sabias páginas de un libro y ver el atardecer mientras tomo una copa y oigo romper las olas del mar.
Incluso montar en una de esas barquitas de pedales, cuyo detalle de los pedales no me preocupa, porque yo voy detrás, tomando el sol, medio dormida, porque yo soy una señora.


Buenas noches.

Pilar L. Carmona

lunes, 10 de agosto de 2009

Maleta cerrada y lista para marchar.


Después de pasar días eternamente aburridos, días interminables, días de encierro entre cuatro paredes, días de perder el sentido del tiempo, y por qué no decirlo, días fantásticos, aunque acompañados de noches angustiosas, después de todo este tipo de días por los que ha pasado mi persona, por fin han llegado mis tan esperadas vacaciones, que aunque se suponen comenzaron hace algunos meses, no las consideré vacaciones. Ahora empiezan mis verdaderas vacaciones, lejos de todo, lejos de todo lo que ojalá algún día tenga que echar de menos.

Después de mucho tiempo, es ahora cuando me siento más consciente de lo hay, y más segura de lo que tengo que afrontar, aunque no sea mi verdadero deseo. La suerte siempre me acompañó, no pensé que me costaría tanto aceptar su abandono y la derrota, la derrota contra mi misma. Siempre considere una tontería eso de jugar por participar, yo cuando juego, juego a ganar, y no, no soy precisamente una buena perdedora. Han cambiado bastante mis perspectivas de futuro, esperemos que algún día, supongo que dentro de mucho, me alegre por ello.

Por cosas como el párrafo anterior necesito alejarme de aquí, cambiar un poco de aires, estar tan ocupada en otras cosas que no tenga tiempo para pensar en todo esto; acabar el día tan cansada que no me permita estar despierta ni un solo segundo en la noche, ni un solo segundo conmigo misma. Soy una cobarde, lo sé, y no voy a justificarme por ello.
Vuelvo a leer mis propias palabras, y no me reconozco. Yo no soy así, cambio lo de cobarde, por mentirosa.
Me parecería muy triste estar convirtiéndome en algo que desprecio, ese tipo de persona que prefiere vivir engañada, no ver la realidad, por dura que sea. Perdonen la expresión, pero sería un puto personaje de "Fahrenheit 451". Mi papel es esta distopía sería más bien el de Guy Montag.

Ya comentaré como fueron mis vacaciones, si me apetece claro, no pienso abandonar la acritud que me caracteriza.

Es curioso, no creo en el destino, y antes hablo de la suerte, que a mi parecer, tienen la misma posibilidad de existir. ¡Qué hipócrita! Pero cada uno tira para lo que le conviene...;)

Buenas noches.

Pilar L. Carmona

sábado, 1 de agosto de 2009

"Welcome to Spain"

Hace escasos minutos, como cada noche, me disponía a leer el periódico "El Mundo" tras verificar en el periódico local la noticia sobre el cierre de la librería "Luque", cuyos rumores ya me habían llegado a través de un grupo en facebook, "no al cierre de la librería Luque en Córdoba" y al que ya se han unido mas de ochocientas personas, yo entre ellas.

Pero éste no es tema, el motivo de mi indignación es que al buscar las noticias más leídas en "El Mundo" me encuentro con la triste y decepcionante sorpresa de que la lista está liderada por el siguiente titular: Exclusiva: Conozca la casa de Cristiano Ronaldo.
Me encuentro a este hombre por todos lados, debo ser la envidia de muchas que matarían por encontrárselo,pero para mi comienza a convertirse en una pesadilla. Lo que no esperaba era encontrármelo como noticia más leída en el periódico.
No tengo ni idea de cuanta gente lee el periódico actualmente, en 2006 el 21% de los españoles lo leían diariamente, y me temo que ahora debe ser aún mas bajo, quizás me equivoque; en general, y como diría mi madre, "vamos pa' atrás como el cangrejo".Pero de ese porcentaje que leen el periódico, muchos solo se interesan por conocer la casa de Cristiano Ronaldo...

Otro detalle que me ha llamado la atención es que en el comentario que hay bajo la foto de la "casita" en la que vivirá Cristiano Ronaldo no se deja claro si ésta es comprada o alquilada.
En un libro cuya lectura, desgraciadamente, he tenido que posponer, encontré una cita que resume en cierto modo uno de los principales temas de los que trata:
"Es un error escribir sobre alguien con quien no se ha compartido al menos un tramo de la vida".
Ponen esa exclusiva, y dudan en lo más importante.

En una conversación con mi hermano (su blog) en la que le comentaba el desmesurado interés de la gente por estos tipos de temas, me ha contestado en un inglés de dudosa pronunciación: "Welcome to Spain", y con una sonrisa de comprensión con la cuál además intentaba mostrar un poco de tristeza que en ese momento sentía, he dado por terminada la conversación.

Buenas noches.

Pilar L. Carmona