Transformar pensamientos en realidad a través de teclas de un portátil casi inutilizable

Hay veces que no aparece esa necesidad de escribir todo lo que una piensa. No entiendo demasiado bien el por qué, pero esta vez ha sido un esfuerzo, un primer propósito cumplido, y una frase mas a la que dar color en la agenda.

Se puede considerar una puerta, una pequeña alfombra que lleva impresa un "bienvenido", bienvenido a un esfuerzo, a otros miles de propósitos que cumplir, como aquel del 30 de abril.

Un "adelante, tú puedes", un pensamiento sobre mi misma en el pasado. Nunca fui así, y aunque las condiciones son más duras, poco queda para no tener una cierta preocupación al comprobar en el blackberry las horas que quedan para que suene ese maldito despertador del lunes por la mañana.

Es difícil cambiar, y no mentiré diciendo que estoy dispuesta a hacerlo por mi. Ella no lo sabe, pero sé que ha perdido esa confiaza que me tenía. Tiene razón, es lo que yo elegí. Ahora, a por todas.

Y ese primer propósito quedará resuelto con un sólo click, porque el compromiso de haberlo hecho público es esa primera columna que sirve de apoyo a la segunda.

Transformar pensamientos en realidad a través de teclas de un portátil casi inutilizable.

Buenas noches,

Pilar L. Carmona